¿Qué es la horma de los zapatos?

Seguramente habrás escuchado alguna vez la expresión “ha encontrado la horma de su zapato” para decir que una persona ha encontrado a otra con quien encaja perfectamente, que le complementa. Pues de eso vamos a hablar en el post de hoy, de hormas perfectas para nuestros zapatos. 

El origen de la horma

Las palabras horma y forma se parecen mucho porque en realidad tienen el mismo origen en la palabra latina “forma”. Una horma es un instrumento que se emplea para dar forma a los zapatos. Pero también a otro tipo de prendas, como los sombreros.

En su origen era exclusivamente de madera e imitaba la forma del pie humano. Los zapateros utilizaban las hormas para diseñar y fabricar los zapatos. Así, montaban las diferentes piezas que constituyen los zapatos sobre la horma.

En el siglo XVIII los zapateros idearon un sistema de medida propio llamado punto. Esto les sirvió para comenzar a estandarizar las tallas de los zapatos.  Pero no fue realmente importante hasta que, en el siglo XIX, con la Revolución Industrial. Entonces, se empezaron a fabricar zapatos de manera industrial montando los zapatos en cadena y prescindiendo de las hormas. Por eso, los zapatos industriales nunca nos resultan tan cómodos como los fabricados de manera artesanal.

Las hormas en la actualidad

Hoy en día siguen siendo clave en el mundo de los zapatos. Además, han aumentado sus usos. Los diseñadores de zapatos siguen trabajando creando sus diseños sobre las hormas, ya que es la mejor manera de conseguir zapatos que se adapten bien a nuestros pies, asegurándose de que las diferentes piezas adoptan la forma deseada.

Existen diferentes tipos de horma. Ya que, por ejemplo, el pie masculino y el femenino no son iguales. Dentro del zapato para mujer no puede ser igual la horma de un zapato de tacón que la de uno plano o la de una bota. También varían los materiales de fabricación de las propias hormas, las hay de madera de haya o cedro, pero también de plástico.

Hormas para adaptar nuestros zapatos

¿Cuántas veces nos hemos enamorado de unos zapatos, los hemos probado en la tienda y al ponerlos la primera vez notamos que nos aprietan, nos rozan en algún sitio o nos resultan molestos porque tenemos juanetes o problemas en los pies? La solución más habitual es llevarlos al zapatero para que los estire o alargue a necesidad.

En casi todos los barrios encontramos zapateros especialistas en la reparación de calzado. El instrumento que emplean para estirar nuestros zapatos es una horma. El zapatero elegirá la horma apropiada y mediante unos pernos forzará ligeramente el material del zapato dejándolo así el tiempo necesario para que el zapato adopte la modificación de manera definitiva. Pero gracias a Internet, nosotros mismos podemos comprar las hormas que necesitemos para poder adaptar nuestros zapatos o para evitar que al guardarlos se deformen.

No obstante desde Manolett’s os aconsejamos que probéis bien los zapatos antes de comprarlos y os aseguréis de que son de vuestra talla. Nosotros seguimos fabricando nuestras sandalias de cuña mediante el método tradicional tal y como hacían los maestros artesanos en el siglo XVIII. Las montamos todos sobre su correspondiente horma y cosiendo las piezas a mano. Sabemos que esto es lo que hace que nuestros clientes se sientan tan a gusto con nuestras alpargatas de yute. ¿Ya tienes las tuyas?