El proceso de cosido a mano: técnica artesanal del siglo XVIII
Para empezar a hablar de el proceso de cosido a mano, técnica artesanal que comenzó en el siglo XVIII, primero debemos situarnos cronológicamente. Viajamos hasta el Antiguo Régimen Español, donde el principal sector era el industrial. Este sector estaba fuertemente vinculado al taller artesanal. Estos talleres se caracterizaban por un ínfimo nivel tecnológico y escasos trabajadores.
¿Qué son los procesos artesanales?
Los procesos artesanales son técnicas manuales donde todo lo que se necesita son materias primas, como por ejemplo el cuero, maquinaria de bajo nivel tecnológico y herramientas. Agrupados en gremios como el resto de los artesanos estaban los zapateros. Durante esta época ser zapatero era una profesión muy honrada a la que no cualquiera podía acceder.
El capitalismo, como nuevo sector económico, permitió que la producción se hiciera a mayor escala. Durante finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII el capitalismo llevó a la industrialización de procesos de los bienes de consumo. La actividad artesanal se multiplicó debido a la necesidad de ostentación de las clases adineradas. Dentro del mundo de la opulencia del siglo XVII, en la moda, el calzado era especialmente importante.
Las botas usadas por los hombres durante la primera mitad de siglo tanto como los posteriores zapatos de corte bajo y el calzado femenino cada vez requerían una mayor especialización lo que llevó a que el proceso de cosido a mano empezara a hacerse con una máquina de coser.
Proceso de producción
El proceso de producción de un zapato, ya sea artesanal o industrial, es bastante desconocido para el público en general. Este proceso consta de varias fases que podemos agrupar en seis. Primeramente habría que diseñar el zapato para tener claro que queremos y como lo queremos. El segundo paso, uno de los más importantes sería el patronaje, de aquí dependerá en gran parte que el zapato siente bien y sea cómodo. Una vez tenemos el patrón realizado cortaremos las piezas. El siguiente paso sería el aparado, que en este caso consiste en la costura de las piezas o patrones del zapato. Después se haría el montado del zapato para finalizar con el acabado.
Aparado: proceso manual
En el siglo XVIII el proceso del aparado se hacía totalmente manual con la ayuda de una máquina de coser de brazo “al aire”o maquina aparadora donde se unía la pala con la suela. En primer lugar se debe unir la parte superior de la horma con la base de cuero, donde se coserá una tira de cuero llamada vira. Previamente habremos pegado esta tira con engrudo. Esta tira de cuero será la guía para todo el proceso, y además nos ayudará a reducir grosor de la pieza cosa que nos facilitará el trabajo a la hora de coser.
Una vez tenemos el primer paso listo, con dos punzones atados con hilo, agujerearemos y entrelazaremos el hilo de tal manera que queden todas las capas del zapato unidas. La puntada de esta costura empieza siempre en la mitad del punto de la costura anterior. Debe haber una separación entre las dos costuras de 5mm en paralelo. Cuando la vira está cosida a todo el contorno del zapato tendremos que igualar la base del zapato. Acto seguido podremos poner la primera capa de cuero a la suela. Esta capa cubrirá toda la base, y se unirá pegándola. Una vez pegada con un martillo fino se amartillea fuertemente para que quede bien pegado.
Seguimos con la vira, la parte que queda levantada se une a la pieza de cuero, y así la costura quedará escondida. Después volveremos a coger el punzón y agujerear las diferente capas de la suela para poder coserlas todas juntas. Previamente habrá que pegarlas a la base.
Una prueba de estas técnicas artesanales son nuestras alpargatas, donde se pueden apreciar las costuras por todo el borde de cada par. ¿Te vas a quedar sin las tuyas?
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