Evitar rozaduras y ampollas cuando estrenas calzado

Cómo evitar rozaduras y ampollas cuando estrenamos calzado

Aunque nos cueste asimilarlo, el verano ya se ha despedido de nosotros. Comienza la época de renovar nuestro armario y llenarlo de prendas que nos abriguen. Es el momento de guardar nuestras sandalias y sustituirlas por zapatos para días fríos. Y de darse algún capricho haciéndote con el calzado más trendy de esta temporada. 

 

Pero aunque nos encante estrenar siempre pasa lo mismo. No podemos evitar la aparición de las temidas rozaduras o ampollas las primeras veces que nos ponemos zapatos nuevos. ¿O sí? En Manolett’s vamos a darte las claves para que puedas lucir ese calzado nuevo al que no has podido resistirte sin preocuparte por rozaduras o ampollas.

 

Asegúrate de que llevas la talla correcta

 

Puede que parezca algo lógica, pero llevar calzado del número incorrecto es muy común. Así que, a la hora de elegir zapatos debemos probárnoslos para asegurarnos de que se ajusta correctamente. De lo contrario, sufrirás rozaduras. Por lo tanto, aunque tu talla de calzado habitual sea el 36 no dudes en decantarte por un 37 si sientes que te queda mejor. Siempre y cuando no te quede demasiado holgado.

 

Además, debemos considerar una serie de factores a la hora de probarnos calzado. El momento ideal para hacerlo es al inicio de nuestra jornada. Si lo hacemos en las últimas horas de la tarde cuando nuestros pies están cansados puede provocar que compremos una talla más de la que necesitamos. Y es que cuando tenemos los pies cansados, estarán más dilatados y pueden llegar a aumentar incluso media talla.

 

Utiliza apósitos

 

Una manera muy efectiva de evitar y tratar las rozaduras y ampollas son los apósitos. En la farmacia puedes hacerte con el tipo que mejor se adapte a las zonas problemáticas. Colocándolos en tus pies o directamente en tus zapatos, reducirlas la fricción.

 

También son muy populares los sticks protectores. Con una textura entre la cera y la vaselina, la película protectora que aportan funciona como una segunda piel. Todos conocemos bien nuestros pies y sabemos qué zonas son más delicadas. Así que, para evitar que sufran aplica en ellas una capa antes de calzarte y repite las veces que creas necesarias a lo largo del día.

 

 

Remedios caseros que funcionan

 

El problema de las rozaduras y las ampollas en los pies es tan común que existen multitud de remedios caseros. El más conocido de ellos es meter nuestros zapatos nuevos en el congelador. Para hacerlo debemos rellenar hasta la mitad dos bolsas herméticas con agua. Cuando nos aseguremos de que están bien cerradas, las metemos dentro de cada zapato. Es importante que lleguen hasta la punta del calzado, ya que esta zona suele ser la más problemática.

 

Los dejamos allí durante la noche y al día siguiente dejamos que durante 45 minutos se descongele un poco. Después, sacamos las bolsas herméticas y dejamos que nuestro calzado se descongele. Este truco es efectivo porque se basa en una idea muy lógica. Y es que al congelarse el agua, las bolsas aumentarán de tamaño y cederán el calzado.

 

Aplica crema hidratante

 

Este consejo es especialmente eficaz cuando se trata de zapatos de piel, aunque puede utilizarse en todo tipo de calzado. Se trata de aplicar en ellos la misma crema hidratante que utilizamos cada día al salir de la ducha. Hemos de hacerlo en el interior, en aquellas zonas como las costuras que tardan más en reblandecer. Al igual que hacemos con nuestra piel, frotaremos hasta que se absorba.

 

Lleva calzado de repuesto

 

A pesar de que todos estos consejos te ayudarán, en Manolett’s te recomendamos llevar zapatos de repuesto cuando estrenes calzado. Sobre todo si vas a utilizarlos durante una larga jornada fuera de casa.

 

En el caso de que se trate de unos tacones nuevos, puedes llevarte unas cuñas cómodas y con estilo. Así, podrás mantener tu look sin perder comodidad. Y en el caso de que estrenes calzado plano, unas alpargatas serán tu salvación.

No Comments

Post a Comment